El problema más común... Las Caries

Las caries son zonas dañadas de forma permanente en la superficie de los dientes que se convierten en pequeñas aberturas u orificios. Las caries se producen a causa de una combinación de factores, como pueden ser bacterias en la boca, ingesta frecuente de tentempiés, bebidas azucaradas y limpieza dental deficiente. Estas bacterias se mezclan con la comida para formar una capa pegajosa llamada placa bacteriana. Las bacterias usan el azúcar y el almidón que se ingieren para fabricar un ácido con el que atacan el esmalte del diente. Con el tiempo, esa placa bacteriana se endurece y forma el sarro. Además de dañar los dientes, la placa y el sarro pueden irritar las encías y causar enfermedades en ellas.

Si no se tratan, las caries pueden extenderse y afectar capas más profundas de los dientes. Pueden provocar dolor de muela intenso, infecciones y pérdida de dientes. Las mejores medidas de protección contra las caries dentales son las consultas regulares al dentista y los buenos hábitos de cepillado y uso del hilo dental.

Cuando las caries son graves, es posible que la persona afectada sienta dolor que interfiera en su vida cotidiana, adelgazamiento o problemas de nutrición como dolor o dificultad para comer o masticar, pérdida de dientes que afectan al aspecto bucodental y, en raras ocasiones, un absceso dental; esto es, una bolsa de pus causada por una infección bacteriana, que puede provocar infecciones más graves.

La caries temprana por lo general no tiene síntomas. A medida que la caries empeora, puede causar dolor de dientes, sensibilidad a los dulces y bebidas calientes o frías, manchas blancas o marrones en la superficie del diente, un hueco o una infección que puede provocar la formación de la ya comentada bolsa de pus, que puede causar dolor, hinchazón facial y fiebre.

 

Generalmente, si desea localizar una caries, en nuestra clínica le podemos observar sus dientes y examinarlos con nuestra tecnología.

Por su parte, existen varios tratamientos para la caries dental, dependiendo de qué tan serio sea el problema. Si tiene caries dental temprana, un tratamiento con flúor puede ayudar al esmalte a repararse por sí mismo; en el caso de una caries típica, ya se procede a un empaste; si el daño al diente y/o una infección se extienden al interior del mismo (pulpa), es posible que necesite una endodoncia; y, en los casos más severos, cuando el daño a la pulpa no puede ser reparado, se procede a la extracción del diente.

Sin embargo, hay determinados pasos que se pueden seguir para prevenir la caries dental, como puede ser el cepillarse y enjuagarse los dientes con sus respectivos productos que contengan flúor, tomar alimentos y bebidas que no tengan un alto contenido de azúcar y almidón, no usar productos de tabaco y visitas regulares a nuestras clínicas acompañadas de las limpiezas profesionales que le ofrecemos.

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